El tema del divorcio dentro de algunas religiones, es difícil de tratar, sin embargo es un tema muy importante para las personas que han fracasado o están pasando situaciones ocultas muy difíciles, estas personas deben estar clara con relación a este tema.
Dentro de las denominaciones cristianas en su mayoría solo aprueban dos únicas razones para un divorcio, que son el adulterio y la muerte, tomando como base el libro que rige y guía la fe cristiana que es la biblia, en la cual en el nuevo testamento, sólo el apóstol Pablo y Cristo tratan este tema, pero si analizamos las situaciones y los destinatarios, ambos lo tratan con enfoques diferentes.
Como la fuente tomada para los cristianos es la biblia, debemos tratar este tema conforme al pueblo bíblico y como ven ellos el tema del divorcio, debemos entender que la biblia no es occidental, y no está pensada ni escrita para ser la constitución del mundo, sino del pueblo de Israel, el pueblo de Dios, y conforme a su cultura e historia debemos analizar este tema; para que nosotros los occidentales cuando enfrentemos en situaciones de divorcio tomemos buenas decisiones o nos sirva como guía.
Vamos a empezar viendo qué piensan los judíos y cómo actúan ellos con relación al divorcio:
Debemos conocer que los judíos ven el matrimonio como una unión espiritual y santa, ellos enseñan que cuando hay un matrimonio, se vuelven a juntar dos almas, que se encontraban separadas, así como enseña el génesis que Eva salió de Adam, ella era parte de él, de esta misma manera cuando alguien se casa encuentra su alma gemela.
Ninguna nación ha tenido nunca un concepto más alto del matrimonio que los judíos. El matrimonio era un deber sagrado. El quedarse soltero un hombre pasados los veinte años, salvo si era para concentrarse en el estudio de la Ley, era quebrantar el mandamiento positivo de «llevar fruto y multiplicarse.» El que no tenía hijos «mataba su propia posteridad,» y «limitaba la imagen de Dios en la Tierra.» «Cuando marido y mujer son como es debido, la gloria del Señor está con ellos.»
El matrimonio judío solo se rompe por tres causas: la muerte, esterilidad o el divorcio. Debemos saber que los judíos ven el matrimonio como un acto que no debe romperse y cuando una pareja se casa se convierten en una sola carne, significa que el compromiso del matrimonio debe ser como el que una persona tiene con una parte de su cuerpo. Como explicó un rabino:
¿Cuál es mi compromiso con mi mano? ¡Yo “soy” mi mano! No reconsideraría mi compromiso con mi mano si estuviera rota, fea, rugosa, o si conociera a alguien con manos más lindas. Yo reconsideraría mi compromiso con mi mano sólo si tuviese una gangrena que me estuviera matando.
Este rabino lo que quiere decir es que no debemos reconsiderar el divorcio por cualquier simpleza o dificultad, así como nadie piensa cortarse una mano, porque tenga cualquier situación, de la única forma que una persona consideraría cortársela sería si esta estuviera una enfermedad que produzca la muerte, así mismo debe verse el divorcio, solo como una opción cuando ya el matrimonio está tan enfermo que te puede producir la muerte. Entonces en este sentido, el compromiso con el matrimonio es hasta que este te esté causando la muerte.
Los judíos, tienen sus propias reglas y leyes sobre el matrimonio, ellos ven el matrimonio como un paso muy importante porque le permite mantener su raza y su religión, lo cual es muy importante para ellos. Normalmente en el tiempo bíblico los matrimonios eran todo un negocio, los cuales los padres en su mayoría eran quienes decidían con quienes se casarían sus hijos. Y dentro de este plano las hijas eran vistas como una fuente de ingreso para los padres judíos.
Una mujer podía estar comprometida desde la niñez, o a menudo se la comprometía para que se casara con un hombre al que ni siquiera había visto. Había una salvaguardia: cuando llegaba a la edad de 12 años podía repudiar al marido que le hubiera asignado su padre. Pero, en relación con el divorcio, la ley general era que solo el marido tenía la iniciativa. La ley estipulaba: «Se puede divorciar a una mujer, con o sin su consentimiento; pero a un hombre no se le puede divorciar nada más que con su consentimiento.» La mujer no podía nunca iniciar el proceso del matrimonio; no se podía divorciar ella, sino solo ser divorciada por el marido.
Los judíos no reconocen el matrimonio civil como importante, para ellos el matrimonio religioso es el que tiene validez, ya que es un pacto con Dios.
Los judíos siempre se han divorciado, la diferencia es que luego de Jesús, las disolución matrimonial dejó de ser por cualquier cosa simple. Los apóstoles y en la iglesia primitiva vieron el matrimonio como algo que no debía disolverse. Y obviamente esta es la idea de Dios, de que un matrimonio no se disuelva sino que permanezca hasta la muerte, aún hoy en día los rabinos no divorcian como lo hacen los occidentales, ellos investigan a la pareja para ver si buscaron todas las formas posibles para permanecer juntos y si lo han hecho y han fracasado, entonces ellos deciden darle carta de divorcio, ya que enseñan que no pueden estar dos juntos sino están de acuerdo, y que cuando el matrimonio se convierte en una amargura lo mejor es disolverlo, porque no quiere Dios la amargura del hombre y la mujer, sino su felicidad.
Es importante conocer que el divorcio judío debe darse por mutuo acuerdo, pero hay excepciones que cuando una de la parte no quiere, también se puede dar. Como vemos en la biblia el hombre era el que podía dar carta de divorcio y la mujer era la que la necesitaba para poder volverse a casar, el hombre no la necesitaba porque podía casarse hasta con dos mujeres, pero la mujer solo podía estar casada con un hombre. Hoy en día una mujer puede solicitar el divorcio bajo ciertas circunstancias y si un hombre se niega a darle el guet, se le imponen multas y puede ser apresado. Con relación a esto hay hombres en Israel que son tan machistas que prefieren estar preso y no darle el guet a una mujer. Las mujeres en Israel sufren mucho cuando pasa esto, ya que sin el guet no se pueden volver a casar y estarán destinada a una vida de soledad. Lo cual para un judío es algo malo. Porque no es bueno que alguien esté solo.
El judío dice que, el divorcio es una mitzvá – una oportunidad de intentarlo de nuevo, de encontrar felicidad. Para ellos no es un pecado imperdonable como nos han enseñado. Aunque a lo largo de toda la historia, los judíos han buscado un ideal para la vida familiar, el cual es capturado en el término shalom bait – literalmente, “paz en el hogar”. Cuando existe armonía marital, la Presencia Divina mora en el hogar. Cuando la armonía marital está ausente y el divorcio se convierte en la única opción, esto es innegablemente una tragedia. El Talmud (Sanedrín 22a) dice que cuando ocurre un divorcio, el altar del Templo – el símbolo de la unidad y santidad judía - metafóricamente “llora”, como si lamentara la pérdida de esta unión fallida.
Veamos las causas actuales por la cual se puede dar un divorcio en el pueblo bíblico:
1. Mutuo acuerdo. Cuando la pareja están en un mismo consenso y acuerdo.
2. Unilateral. Es el que es solicitado por una sola de las partes y dentro de las causas podemos mencionar:
Otras causas:
· Es obligatorio un divorcio si el matrimonio se ha celebrado a pesar de la existencia de un impedimento impediente.
· También si la mujer ha sido declarada adúltera, tras el testimonio de dos testigos.
La mujer puede solicitar el divorcio por:
Una mujer puede solicitar el divorcio en Israel por las siguientes causas:
Los vicios redhibitorios (como por ejemplo cuando existe una enfermedad que hace peligrosa la vida en común, 0 hace imposibles 0 difíciles las relaciones conyugales).
Impotencia del marido.
Conducta inmoral del marido (relaciones adulteras).
Negativa a prestar el débito conyugal.
Abandono doloso y prolongado.
Injurias graves y sevicias.
Violencia física y verbal
Dentro de todas estas causas hay que resaltar, que están sujetas al perdón de la mujer, es decir que luego de una solicitud, la mujer puede anularla. Al contrario del hombre, cuando solicita el divorcio no puede volver atrás.
El hombre puede solicitar el divorcio por:
Vicios redhibitorios
Esterilidad de la mujer durante diez años
Conducta de la mujer contraria a la religión o a la moral
Negativa al débito conyugal por aversión hacia su marido, o por "espíritu de rebeldía"
Inmoralidad sexual
Aunque años atrás la poligamia en Israel fue prohibida pero aún hoy en día es permitida, si la mujer está enferma o estéril, si el hombre puede mantener a ambas mujeres los rabinos les permiten el matrimonio, esto es porque para ellos es crucial la descendencia.
En Israel cuando un hombre se divorciaba de su mujer por razones que no fueran de flagrante inmoralidad, debía devolver la dote de ella; y esto debe de haber sido una barrera para los divorcios irresponsables. Debemos entender que para ellos inmoralidad no solo es en el acto sexual.
Los tribunales podían hacer presión para que un hombre se divorciara de su mujer en el caso, por ejemplo, de que se negara a consumar el matrimonio, o por impotencia, o por incapacidad demostrada de mantenerla como era debido. Una mujer podía obligar a su marido a divorciarse de ella si contraía una enfermedad repugnante como la lepra, o si él le proponía marcharse de la Tierra Santa. Pero, con mucho, la ley dejaba bien claro que la mujer no tenía derechos legales, y que el derecho de divorcio correspondía exclusivamente al marido.
Jesús cuando enseña sobre el divorcio, el cual dentro del pueblo de Israel no es común como en otras naciones, Él enseña que en el principio no fue así, y que Dios constituyo una unión para que fuera para siempre. Pero Jesús está estableciendo un principio y muestra cual es la voluntad de Dios con relación al matrimonio, la cual por lógica debe ser una unión que no se rompa. Pero eso es lo que Dios estableció, lo que él quiere y desea con todo matrimonio.
Pero sabemos que así también como el matrimonio, hay miles de situaciones y cosas que en el principio no fueron así y que Dios tampoco quiere o desea que se den, por ejemplo: Dios no quiere que el hombre peque, tampoco que muera o que le desobedezca, etc. pero la realidad es otra. Dentro de este plano el divorcio supongamos que fuera un pecado, es obvio, que Dios lo perdona. Me cuesta a veces entender algunos líderes cristianos, que ven el divorcio como un pecado imperdonable y a una persona divorciada se le limita a un aislamiento total en muchas áreas en la iglesia, lo cual es un error porque así como Dios perdona cualquier otro pecado, (si usted ve el divorcio como pecado) también perdonaría a una persona que se divorcie. Pero sabemos que dentro del pueblo bíblico el divorcio no era visto como pecado, sino como un fracaso. Como vimos anteriormente el divorcio es visto como una oportunidad para volverlo intentar, para empezar de nuevo.
Sabemos que el divorcio es un fracaso y todo fracaso es malo y doloroso y es muy triste pasar por esta situación, pero también hay situaciones que se dan en la vida que sabemos que la mejor opción es el divorcio, y aunque seamos cristianos debemos entender que también podemos fracasar en un matrimonio y si luego de que un creyente ha buscado todas las opciones y formas posibles para mantener un matrimonio y este no funciona, lo correcto y mejor sería un divorcio. Sabemos que lo último que se debe mencionar en un matrimonio es el divorcio y cuando digo que un matrimonio no funciona, me refiero a cosas o situaciones que como mencione con el ejemplo de la mano, te pueden causar la muerte. Un matrimonio enfermo no debe continuar en unión, tampoco seremos religioso para decir que porque somos cristianos debemos ser un centro de sufrimiento y entregarnos al sufrimiento porque un líder o religioso te dice que jamás puede divorciarte. Es muy fácil decirle a otro no te divorcie, pero a veces no nos ponemos en el zapato de otro.
He escuchado muchas historias de cómo parejas cristianas viven en un infierno matrimonial y por mantener las apariencias ante la religión prefieren vivir una mentira y en pecados ocultos, muchos hace años que están divorciados en casas, duermen separados y se odian el uno al otro. En ocasiones una de las parejas se aleja de la fe, y empieza a vivir una vida de corrupción en el mundo, haciéndole la vida un infierno a la otra persona, y lo único que muchos líderes le dicen a la persona que quedó sirviendo al Señor es, ora porque no te puedes divorciar, al final muchas personas terminan pecando, descarriados, enfermas porque el que se fue al mundo consigue una enfermedad y se la transfiere, otros terminan sufriendo las violencias física, emocional, económica, patrimonial, etc. a causa de que esa persona que se aleja de la fe muchas veces llegan borrachas y usan drogas, también se entran en el mundo de la prostitución.
Lo que quiero decir con esto, es que el creyente jamás debe ser esclavo del maltrato y nadie debe obligar a una pareja a someterse ante la esclavitud de la otra. Pablo enseña que el creyente no está bajo la autoridad del no creyente, pero si un no creyente desea vivir con el creyente que no se separen. Esto es cierto, pero la biblia no da los detalles específicos de estas situaciones, porque jamás el creyente debe vivir bajo el yugo de nadie y que si una pareja consiente en vivir con el creyente debe someterse a la fe y moral del creyente, pero jamás el creyente al desorden y maltrato del no creyente.
Cuándo un cristiano debe divorciarse?: cuando su vida, salud y fe, es amenazada. Ahora bien, hay muchas causas que pueden causar o afectar una de estas tres cosas. Pero cada situación es diferente y muchas son determinadas por las culturas.
Conozco muchos matrimonios que a través del perdón han sido restaurados y hoy mantienen un matrimonio estable, pero también pasa lo contrario, muchos han seguido en el fracaso y bajo el dolor y terminan una vida muy mal. Pero hay que entender que el perdonar o no depende de las parejas, así mismo tampoco se le debe aconsejar a nadie que se divorcie, esa es una decisión personal de cada persona, porque las personas son realmente quienes conocen lo que realmente están pasando y ellas deciden si parar o seguir.
Muchos dicen lo que Dios unió que no lo separe el hombre, pero algunos sacan esto de contexto, y sabemos que miles de matrimonios no lo unió Dios, ¿y como usted sabe cuál lo unió Dios y cual no?. Creo que la pareja que Dios une nada la podrá separar y superarán cualquier situación. Por esto no debemos meternos en las decisiones matrimoniales ya que esto es un asunto personal de cada persona, así como es la unión también es la separación. Hay que resaltar también que dentro de las iglesias existen un alto índice de matrimonio que uno de los dos no es cristiano.
Dios jamás ha querido el divorcio, pero vemos que hasta Dios se divorció de Israel lea Jeremías capitulo tres, también en Isaías 54 vemos como Dios se divorcia y vuelve a casarse con Israel. Sabemos que muchos temen a un divorcio porque se le enseña que si hay divorcio no puede volver a casarte, pero eso es mentira, toda persona que se ha divorciado puede volver a casarse. Esto lo explico en el estudio "soy cristiano me divorcie me puedo volver a casar". Desde que una mujer recibía su carta de repudio podía volverse a casar, solo necesitaba el guet o carta de divorcio.
Como vimos, hasta Dios se divorció de Israel, porque ni Dios puede vivir en una unión con alguien que se ha corrompido, una unión donde no hay comunión unos con otros no es un matrimonio. El matrimonio verdadero es un matrimonio donde fluye el respeto, el amor, la armonía, la comunión, etc. sabemos que un matrimonio no es un papel, es un pacto donde ambos se comprometen a amarse, cuidarse y respetarse hasta la muerte, y sabemos que si luego una de las partes no cumple con ese voto, moralmente ya rompió el pacto, podemos decir rompió el matrimonio. Matrimonio no es vivir con alguien en una casa, es vivir con alguien en armonía y amor permanente.
El matrimonio no debe empequeñecer la vida, sino completarla. A ambos cónyuges debe traerles una nueva plenitud, una nueva satisfacción, un nuevo contentamiento. Es la unión de dos personalidades en la que las dos se completan mutuamente. Esto no quiere decir que no haya que hacer ajustes, y aun sacrificios; pero sí quiere decir que la relación final es más plena, más gozosa, más satisfactoria de lo que puede ser un tipo de vida aislado.
En este punto los rabinos judíos estaban divididos diametralmente, y era aquí donde los interlocutores de Jesús querían involucrarlo. Los de la escuela de Sammay estaban seguros de que una cuestión de indecencia quería decir fornicación, y solo eso; y que no se podía despedir a una mujer por ninguna otra causa. Aunque una mujer fuera tan malvada como Jezabel, en tanto en cuanto no cometiera adulterio no se la podía despedir. Por otra parte, los de la escuela de Hillel interpretaban eso del asunto de indecencia de una manera más amplia. Decían que un hombre podía divorciarse de su mujer si ella le estropeaba la comida, si llevaba el pelo suelto, si hablaba con hombres en la calle, si hablaba con poco respeto de los padres de su marido, si era alborotadora y se la podía oír en la casa de al lado. Rabí Aqiba llegó hasta el punto de decir que la frase si ella no encuentra gracia en los ojos de él quería decir que un hombre podía divorciarse de su mujer si encontraba otra que le gustara más o que considerara más bonita.
El razonamiento es totalmente claro. En el caso de Adán y Eva, el divorcio era, no solo des-aconsejable; era, no solamente equivocado: era totalmente imposible, por la sencilla razón de que no había ninguna otra persona con la que cualquiera de ellos se pudiera casar. De esta manera Jesús estaba estableciendo el principio de que el divorcio no es nunca la solución correcta de nada. Desde ahora mismo ya debemos notar que esto no es una ley; es un principio, que es una cosa muy diferente.
A veces creemos que todos los principios bíblicos deben mantenerse igual, para todos los tiempos y no es así, porque si no actualizamos que una niña de 12 años no se case, entonces estaríamos en graves problemas. Por esto el pueblo judío ha actualizado muchas de las medidas con relación a ciertos temas. Sin quitarle la esencia a la biblia, pero tampoco imponiendo cosas que son dañinas y que se saben en este tiempo que están mal. Por ejemplo ve usted bien que un hombre de 40 o 50 años se case con una niña de 12? Verdad que no, así mismo como eso ha sido actualizado, también otras cosas deben analizarse y ser más justos y objetivos a la hora de juzgar. Y aun en medio oriente algunas religiones practican la práctica de casamiento de hombres viejos con niñas que aún son inocentes. El problema está cuando interpretamos que todo lo que esta escrito en la biblia es la palabra dictada de Dios, sin embargo la biblia si contiene la palabra de Dios, pero no todo lo que esta escrito lo dijo Dios.
Quiero terminar diciendo que un matrimonio no debe terminar por cualquier tontería o diferencia que pueden tener soluciones, eso fue lo que Jesús enseño. Una vez escuche que una pareja se divorció porque uno exprimía la pasta dental arriba y el otro abajo y por este desacuerdo se divorciaron. Qué barbaridad! Cuando la simple solución era que cada uno comprara su pasta dental y la exprimiera como quisiera.
Y vemos que aunque nos duela decirlo, existen causas que no hay otro remedio que el divorcio.
Si estás pasando un matrimonio difícil te insto a luchar y hacer lo posible para mantenerse juntos y si ha pasado algún tipo de divorcio, no te sientas culpable y date la oportunidad de empezar de nuevo.
En fin, las decisiones de casarte y de divorciarte son personales y cada persona debe tomar la elección de mantenerse juntos o no. Recordemos que cada persona tiene una vida personal y es la que realmente conoce lo que pasa en su matrimonio. No te canses de luchar, pero tampoco te hagas un esclavo de la manipulación religiosa o de tu pareja.
Así como cientos de personas han decidido vivir con una pareja toxica y recibiendo todo tipo de daños emocionales etc., también tenemos que respetar a aquellos que deciden no vivir más bajo esa esclavitud y apoyarlo en su decisión. Como líderes cristianos nuestro rol no es juzgar a nadie, así como apoyamos al que decidió seguir casado con el sufrimiento también debemos dar el mismo apoyo a aquel que decidió no vivir más bajo esa esclavitud.
Teniendo en cuenta que la consejería debe tener pendiente, los temas de que si son ambos creyentes o no, el tiempo que tienen juntos, si hubo infidelidad o violencia u alguna de las causas ya mencionada, etc. es decir que cada situación matrimonial dentro de la consejería deberá siempre ser analizada bajo estos y otros términos de manera diferente. En fin hay matrimonio que la religión si puede ayudar, pero sabemos que hay otros que la religión nada puede hacer.
Bendiciones
Carlos Marte
20 Septiembre 2020
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