“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Hebreos 11:1 (RVR1960)
Quizás algunos piensen que estar convencido de lo que no se ve es tener una fe ciega, sin embargo, hemos visto según la historia que es una desgracia tener una fe ciega. Ésta misma ha causado millones de muertes en el mundo a través de las diferentes religiones existentes.
Tener una fe ciega no es bueno para la salud. Sabemos que las mayorías de sectas religiosas nacen de una fe ciega, luego estas sectas se convierten en defensoras más de su religión que de su propia existencia y se convierten en personas que son capaces de hacer de todo para defender su supuesta fe.
La verdadera fe en Dios no es ciega, ni para ciegos. Es una fe que está fundamentada en la luz de la verdad, una verdad que está más allá de la religión, una verdad que se encuentra en el Creador de todo, en el eterno Dios.
La fe ciega mata, infunde temor y terror. Vemos como basándose en una fe ciega murieron millones de personas en el mundo y podremos mencionar ejemplos: la inquisición que mató a miles, Hitler mató a más de 500 mil judíos motivado por un escrito de Martin Lutero, Colon y sus conquistas acabaron con los indígenas.
La fe ciega es maldita y de hombre, por esto Cristo le enseñó a Israel que él no vino a fundamentar una fe ciega, sino una fe basada en la luz y la verdad, una verdad que está más allá de una religión judía, es la verdad que se encuentra en el centro del Eterno, “ la verdad del amor ”.
Una fe que no está fundamentada en el amor no es una fe verdadera y está muy lejos del Dios Eterno. La fe ciega se enfoca en lo que se dijo una vez o lo que se escribió, para este tipo de fe no hay más de ahí. La verdadera fe estudia lo que se escribió, lo toma como base y actúa conforme a la verdad, la justicia y el amor. La verdadera fe entiende los principios que cambian y los que no cambian, la fe ciega no reconoce los cambios y su centro es el pasado.
Una fe que odia, tiene rencor, desprecio, rechazo social, que pone su religión por encima del amor, la justicia y la verdad, etc., es una fe ciega y vacía, que no contiene nada de Dios.
Jesucristo enseñó todo lo contrario a esto, nos enseñó a amar nuestros enemigos, a ser justos, a no despreciar a nadie por su condición social, etc.
Termino con esta pregunta: ¿Cuál es tu modelo de fe?
09 Agosto 2020
Comments