Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Eclesiastés 3:1:
Dios, acepto Tu tiempo, y todos los planes que guardas para mi vida. Puede que no siempre entienda aquellos senderos por los que debo transitar para dirigirme por Tu voluntad, pero sé que Tus caminos son perfectos y confío plenamente en ti.
Evangelista José Luis Frías
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